Felipe VI es un parásito cuyo único objetivo es mantener los privilegios de la casta en el poder. Igual que hicieron su padre y todos sus antepasados en el trono. Es un individuo de pocas luces, que aconseja y pontifica con todo descaro sobre la vida de millones de personas que desconoce.
Cualquiera podía adivinar su discurso: La Transición fue la base de nuestra libertad, bla, bla, bla; Las reglas respetadas por todos, bla, bla, bla; La convivencia es el actual patrimonio que tenemos los españoles, bla, bla, bla; La defensa de la Constitución, bla, bla, bla; La unidad de España, bla, bla, bla…..
Para Felipe VI, la reconciliación y la concordia están en la puta constitución esculpida en piedra hace 40 años. Es decir: cómetela con patatas y no protestes, porque si rompes la convivencia te enviaremos jueces, fiscales, policías y piolines.
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El cuento de la Constitución |
Pero la casta que se automantiene con Felipe VI seguirá robando, nombrando jueces, extorsionando y difundiendo falsas noticias.
Felipe VI:
Felipe VI:
- Habla de democracia. Alguien a quien nadie ha votado, amigo de la familia real saudí.
- Habla de igualdad ante la ley. Alguien aforado, como su padre.
- Habla de convivencia. Alguien con un padre putero, una madre cornuda, un cuñado preso y otro farlopero medio pirado.
- Habla de transparencia. Alguien cuyo patrimonio personal y familiar no puede ser investigado.
- Habla de lucha contra la corrupción. Alguien con un cuñado preso y con un padre de fortuna dudosa.
- Habla de derechos de las mujeres. Alguien que es rey por ser varón, frente a sus dos hermanas.
- Habla de formación para el trabajo. Alguien que es jefe de estado por herencia, con una hermana florero en La Caixa y con un sobrino, Froilán, que en dos años pasó de repetir la ESO por tercera vez a entrar directamente en la universidad.
- Habla de proyecto de vida de los jóvenes. Alguien cuya familia tiene la vida solucionada y está siempre rodeado de la casta que impide a los jóvenes labrarse su futuro.
Como hace décadas decía Bob Dylan Los tiempos están cambiando. Las nuevas generaciones se rebelan ante una monarquía y una constitución, votada hace 40 años bajo “ruido de sables”, que ni los menores de 62 años pudieron votar. Una constitución de muertos y jubilados.
Para que haya una auténtica transición es preciso terminar con la monarquía que la sostiene y abrir nuevos procesos constituyentes que recojan las inquietudes de la sociedad actual. Lejos de los condicionantes franquistas de hace cuarenta años.
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Para una auténtica Transición hay que acabar con la monarquía |
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